Esta semana he encontrado el lugar ideal para quedar con los amigos o compañeros de trabajo, después de una intensa jornada laboral, y desestresarse tomando una copita de vino.

Se trata de un bar/cafetería/restaurante y deli shop íntimo y acogedor que está en la calle Santaló, 11 (casi tocando a Travessera de Gràcia).

La decoración del espacio es entre minimalista y funcional, pero con pequeños toques románticos protagonizados por velas, cojines y luces tenues que confieren un aire más dulce a todo el espacio.

El local se inauguró hace poco más de un año y nació de la voluntad de dos hombres, uno mejicano y otro francés, de ofrecer un lugar tranquilo y relajado a sus clientes, donde poder degustar alimentos exquisitos en buena compañía.

El horario es muy amplio (de 8h a 22h, lunes y martes, y de 8h a 1h de la madrugada, de miércoles a sábado), de modo que se puede disfrutar en cualquier momento del día. Se puede empezar desayunando, por ejemplo, unas tostaditas (hay muchas variedades de pan) y unos muffins acompañados por un zumo de frutas natural y un buen café. Podríamos comer una ensalada hecha a nuestro gusto (hay 50 ingredientes para escoger y tú decides cuáles quieres) con un sándwich bien elaborado, o quizás unas cocas caseras. Para merendar, quizás un cake y un bocadillito, con uno de los muchos tés que preparan (mi apuesta personal: lemonberry, que lleva té verde, piel de naranja, frambuesas y limón). Y se puede cenar a la carta, que incluye, entre otras especialidades, tablas de quesos y embutidos.

¡Ah! Y un detalle curioso: aunque el espacio es más bien pequeñito, se las han ingeniado para crear dos espacios diferentes (de día y de noche) jugando con la intensidad de las luces, la música de fondo y unas telas que bajan del techo y “esconden” las partes de la pared que no corresponden al momento del día. La verdad es que se crea una atmosfera muy agradable y desenfadada que, como decía al principio, incita a ir con los amigos a relajarse y disfrutar de la buena compañía… ¡con buenos alimentos!

En la avenida Diagonal, casi llegando a la calle Tuset, se encuentra un auténtico paraíso para los amantes del té y del café. El paraíso en cuestión se llama Sans & Sans y Cafés El Magnífico, y se trata de una tienda con un surtido impresionante de tés y cafés.

Yo siento debilidad por los tés, lo reconozco y, claro, el lugar me fascinó. Al entrar, una de las dependientas (todas ellas un encanto, hay que decirlo) me ofreció el té degustación del día. Después de probarlo, como andaba muy perdida, la misma chica me estuvo explicando las diferencias entre el sinfín de tés que tienen, que varían según procedencia, color, aroma y sabor y, después de olisquear distintas infusiones, no pude resistirme y compré una bolsita de Snow Green, una mezcla de té verde con vainilla, naranja, canela y almendra. ¡Exquisita!

Después de la compra, decidí quedarme a saborear una infusión en el rinconcito de la tienda que es cafetería. Mientras me la tomaba, me explicaron que la tienda pertenece a la tercera generación de una familia catalana que en 1919 decidió abrir una tienda de café (cafés El Magnífico) en Barcelona y que más recientemente expandieron el negocio con la venta de tés. Actualmente la empresa tiene dos tiendas: la de la Diagonal (Av. Diagonal, 520) y otra en la calle Argenteria, en el Born (c/ Argenteria, 59), que me han asegurado que es una auténtica cucada, con lo que ¡me queda pendiente hacerle una visita!

La verdad es que la variedad de aromas que se mezclan en el ambiente junto a la música suave que va sonando de fondo, crean un ambiente relajante y de bienestar que invita a quedarse un buen rato saboreando uno de sus deliciosos tés.

¡Ah! Y si os interesa el tema y queréis profundizar un poco, en su página web (www.sansisans-finetea.com) encontraréis información acerca de la preparación y la correcta conservación de una buena infusión. 

Hace unos días, hojeando una revista, vi un artículo acerca del Café Emma que me gustó, así que esta semana me he decidido a hacerle una visita.

En pleno centro de Barcelona (Pau Claris, 142, entre Valencia y Aragón), su interior parece un pequeño oasis de tranquilidad si se compara con el caos constante y ritmo frenético de la ciudad que se observa al cruzar la puerta y salir a la calle.

La cafetería, de propietarios franceses, se inauguró en septiembre de 2011. Al entrar, tienes la sensación de haberte trasladado a un petit café del barrio de St. Germain, en París. El interior es grande, con luz tenue, y esa mezcla de elegancia y romanticismo que caracteriza a los franceses. Y la música también acompaña: entre el jazz y el soul, a lo Diana Krall, pero en versión francesa.

El horario de apertura es de 11.30h a 13.30h, de 16h a 20.30h y de 23h a 00h, de lunes a domingo. Aparte de tomarse un café, también tienen un rincón de boulangerie, y además se puede comer (hay una pequeña carta que pone el acento, sobre todo, en los postres), eso sí, ¡hay que comer prontito!

Si a alguien le apetece experimentar Francia en medio de Barcelona, ¡Café Emma es el lugar indicado!

Me he quedado de pie, enfrente del escaparate de esta tienda, admirando la belleza de sus rosas infinidad de veces, siempre con las ganas de comprar alguna para la casa y hoy, finalmente, me he decidido.

El propietario, francés (como no podía ser de otra forma), me ha explicado que el motivo por el que sus rosas se vean tan y tan bonitas es porque son frescas; es decir, que, des del momento que se podan hasta que llegan a la tienda, no han pasado más de 24h. Y las que, una vez acabado el día, no se han vendido, se utilizan para regalarlas con alguna compra (como en mi caso) o para hacer popurrí, para que no se tiren sin más.

Au nom de la rose nació en Francia, París, en 1991, con la vocación de un grupo de floristas y artesanos de convertir la venta de rosas en un arte. ¿El resultado? Unos ramos delicados, con gusto, elegantes y hechos con mucho amor. En España llegaron en 2006 (a Barcelona) y actualmente tienen dos tiendas en la ciudad condal y dos más en la capital.

Además de las rosas, también tienen una pequeña selección de productos: velas aromáticas, esencias para la casa y dulces, todos ellos relacionados de alguna forma con las rosas.

Las fotos son de la tienda de la calle Valencia, en Barcelona, (c/ València, 203). Si os apetece pasaros, los encontraréis de 9h a 20.30h (de lunes a viernes), de 9h a 14.30h (sábados) y de 10h a 14h (domingos).

El viernes íbamos con unas amigas a la búsqueda de un lugar agradable para tomar una copa de vino, cuando nos encontramos con Il Magazzino, una tienda de delicatessen italiana con un espacio también para tomar algo.

La tienda está decorada con un gusto excelente: el estilo es rústico pero tiene también un punto de romanticismo importante. Muebles y mesitas de madera, sillas y estanterías de hierro forjado y velitas y cajitas que le dan un toque dulce a todo el ambiente.

El sitio invita a quedarse un buen rato. Mientras de fondo se oye a Coldplay, Sting, jazz e incluso algo de Gipsy King, puedes sentarte en una de las mesitas que tienen en la planta baja, junto a las cristaleras, para ver todo lo que pasa en la calle. O, si lo prefieres, también puedes subir unas escaleritas de madera que llevan a una sala pequeñita, más íntima, con mesitas, bancos de madera y cojines de colores.

Por otro lado, el surtido de productos es impresionante: pastas, aceites y vinagres, olivas, salsas, pizzas frescas, quesos y embutidos, bombones y dulces, vinos… de todo y, además, con un aspecto delicioso, hay que decirlo.

¿El plus de la tienda? Aparte de las diferentes exquisiteces que ofrece y de disponer de un espacio para tomar algo y para comer, ¡también venden los muebles expuestos y diferentes objetos para la casa (manteles y servilletas, zapatillas para andar por casa, vajillas, velitas…)!

La tienda la encontraréis en la c/ Londres, esquina con c/ Muntaner (Londres, 103) y están abiertos de lunes a sábado, de 9.30h a 21.30h. Si tenéis ocasión, hacedle una visita, ¡no defrauda!

Si queréis más información podéis consultar su página web: http://www.ilmagazzinoitaliano.com/