No sé si la conoces, se trata de una panadería y restaurante que nació en Bruselas y que ha ido creciendo con el tiempo. Actualmente, en España tienen dos establecimientos en Madrid y uno en Barcelona. El de la Ciudad Condal lo puedes encontrar justo enfrente de La Pedrera.
La primera vez que desayunamos en un Le Pain Quotidien fue esta Semana Santa, en la Provenza francesa. Entramos el primer día porque nos gustó la decoración del local (sí, así de superficiales podemos llegar a ser) y el ambiente era muy agradable, y una vez probamos el desayuno, ya no quisimos descubrir ningún otro lugar, volvimos cada día. El desayuno consistía en un "pack" donde venían tres tipos distintos de pan (todos ellos ecológicos), un croissant integral, un zumo de naranja y una bebida caliente (café, te, chocolate...), y un cesto con 6 tarros de mermeladas y chocolates diferentes para untar con el pan. Espectacular. De verdad, para unos apasionados del desayuno como nosotros, aquello era de estrella Michelín.
Pero el sábado pasado, después de pasarnos más de dos horas pateando la ciudad, estábamos cansados, teníamos calor y un antojo tremendo de limonada y, como andábamos cerca de Le Pain Quotidien, decidimos probar suerte de nuevo. Esta segunda vez no tuvo nada que ver con la primera. El servicio fue rápido y amable y, lo mejor de todo, es que la limonada estaba tremendamente buena. Era casera y la podías escoger con sandía y pepinillo, o con hierbabuena. Decidimos probar las dos. Personalmente me quedo con la de hierbabuena, porque no soy fan ni de la sandía, ni del pepinillo, pero a Rícard le gustó.
La filosofía de Le Pain Quotidien apuesta por los productos frescos, orgánicos y ecológicos, la comida elaborada artesanalmente, el respeto por el medioambiente (por ejemplo, los muebles están hechos a partir de madera reciclada, las lámparas son de eficiencia energética...) y por la creación y enfortalecimiento de la comunidad, por este motivo siempre encontrarás una mesa bien grande en cada Le Pain Quotidien, para que la gente pueda sentarse junta y compartir el espacio. La apuesta por lo orgánico y lo ecológico puede hacer que los precios sean un poquito más caros pero, si es por este motivo, a mí me vale.
Otro punto a favor es que los productos que ofrecen están también para llevar y, te lo digo, cuando pruebes sus chocolates, querrás llevarte un tarro a casa. Seguro.
Como decía, tienen un apartado de panadería y otro de restaurante. En la panadería, además de diferentes delicias dulces, encuentras una gran variedad de panes, todos elaborados artesanalmente (puedes verlos aquí). Y, en cuanto al restaurante, puedes optar por diferentes tipos de ensaladas, sopas, quiches, tartines y algunas raciones. Si quieres ver la carta completa, puedes clicar aquí.
A pesar de nuestra primera no-tan-buena impresión de Le Pain Quotidien en Barcelona, la segunda vez nos convenció y creo que volveremos (yo tengo muchas, muchas ganas de volver a desayunar ahí!). Si quieres ir y valorar la experiencia, los encontrarás en:
. dirección: c/ Provenza, 300 (en la acera de enfrente de La Pedrera). L3 y L5 Diagonal
. horarios (panadería):
. de lunes a viernes: de 8h a 20h
. sábados, domingos y festivos: de 9h a 20h
. horarios (restaurante):
. de lunes a jueves: de 8h a 20h
. viernes: 8h a 24h
. sábados: 9h a 24h
. domingos y festivos: 9h a 20h
. página web: http://www.lepainquotidien.es