El dissabte
passat, després de quasi un any volent anar-hi, per fi vam visitar l’exposició Ferran Adrià i elBulli al Palau Robert.
La van posar al febrer de 2012,
i, des que la vaig veure anunciada, vaig tenir ganes de visitar-la però (i ja
sé que no és excusa, simplement és així) els caps de setmana anaven passant,
anàvem fent plans, sortien altres compromisos, i aquesta visita l’anàvem
aplaçant. Fins que aquest dissabte, estant els dos al sofà veient com plovia
al carrer, vam tenir clar que era el moment perfecte per anar-hi.
Com ja he dit altres vegades, no em considero precisament una "cocinitas" però el cert és que tenia molta curiositat per veure aquesta exposició ja que una cosa és no ser brillant en la cuina però una altra de molt diferent és no saber reconèixer un artista dels fogons.
L'exposició em va encantar. Va superar de llarg les meves expectatives. Passejant entre sala i sala era com si formés part de tot allò, d'aquella història, d'aquell equip, d'aquella experiència.
Sense la més mínima intenció d'anar d'experta, i des del meu punt de vista, Ferran Adrià és un geni, i el fet que hagi dedicat la seva genialitat a la cuina és gairebé accidental ja que, a més, la seva introducció en el sector gastronòmic va ser casual. La seva creativitat i capacitat d'innovació és el que el fan especial i per mi és realment admirable: no és gens fàcil sortir del convencional, cal tenir confiança en un mateix i ser valent perquè el risc de perdre és molt elevat. Però ell ho va aconseguir i ha arribat (i continuarà arribant) molt lluny. Conèixer una mica d'aprop el seu món i la seva història personal, la que l'ha portat fins aquí, va ser una experiència molt inspiradora i també un petit recordatori de que un ha d'apostar per allò que creu i arriscar-se perquè sense risc tampoc hi ha benefici.
L'exposició estarà posada fins el 3 de febrer, per si algú s'anima a visitar-la, i l'adreça i horaris del Palau Robert són:
Passeig de Gràcia, 107 (L3 i L5 Diagonal)
93 238 80 91
horaris: de dilluns a dissabte, de 10h a 20h; diumenges i festius, de 10h a 14.30h
El sábado pasado, después de casi un año queriendo ir, por fin visitamos la exposición Ferran Adrià i elBulli, en el Palau Robert.
La inauguraron en febrero de 2012 y, des del momento que la vi anunciada, tuve ganas de verla pero (y sé que no es excusa, simplemente es así) los fines de semana iban pasando, hacíamos planes, surgían compromisos e íbamos aplazando la visita. Hasta que este sábado, estando los dos tirados en el sofá viendo como llovía fuera, tuvimos claro que era el momento ideal para ir.
Como ya he dicho otras veces, no me considero precisamente una cocinillas pero lo cierto es que tenía mucha curiosidad para ver esta exposición ya que una cosa es no ser brillante en la cocina y otra muy distinta no saber reconocer un maestro de la gastronomía.
La exposición me encantó. Superó por mucho mis expectativas. Paseando entre sala y sala era como si formara parte de aquello, de esa historia, de ese equipo, de esa experiencia.
Sin la más mínima intención de ir de experta, y des de mi punto de vista, Ferran Adrià es un genio, y el hecho que haya dedicado su genialidad a la cocina es casi accidental ya que, además, su introducción en el sector gastronómico fue casual. Su creatividad y capacidad de innovación es lo que lo convierten en alguien tan especial, y para mí es realmente admirable: no es nada fácil salirse de lo convencional, hay que tener confianza en uno mismo y ser valiente porque el riesgo a perder es muy elevado. Pero él lo consiguió y ha llegado (y continuará llegando) muy lejos. Conocer un poquito de cerca su mundo y su historia personal fue una experiencia muy inspiradora, y también un pequeño recordatorio de que hay que apostar por aquello que uno cree porque sin riesgo tampoco hay beneficio.
La exposición estará abierta hasta el 3 de febrero, por si alguien se anima a visitarla, y la dirección y horarios del Palau Robert son:
Paseo de Gracia, 107 (L3 y L5 Diagonal)
93 238 80 91
Passeig de Gràcia, 107 (L3 i L5 Diagonal)
93 238 80 91
horaris: de dilluns a dissabte, de 10h a 20h; diumenges i festius, de 10h a 14.30h
La inauguraron en febrero de 2012 y, des del momento que la vi anunciada, tuve ganas de verla pero (y sé que no es excusa, simplemente es así) los fines de semana iban pasando, hacíamos planes, surgían compromisos e íbamos aplazando la visita. Hasta que este sábado, estando los dos tirados en el sofá viendo como llovía fuera, tuvimos claro que era el momento ideal para ir.
Como ya he dicho otras veces, no me considero precisamente una cocinillas pero lo cierto es que tenía mucha curiosidad para ver esta exposición ya que una cosa es no ser brillante en la cocina y otra muy distinta no saber reconocer un maestro de la gastronomía.
La exposición me encantó. Superó por mucho mis expectativas. Paseando entre sala y sala era como si formara parte de aquello, de esa historia, de ese equipo, de esa experiencia.
Sin la más mínima intención de ir de experta, y des de mi punto de vista, Ferran Adrià es un genio, y el hecho que haya dedicado su genialidad a la cocina es casi accidental ya que, además, su introducción en el sector gastronómico fue casual. Su creatividad y capacidad de innovación es lo que lo convierten en alguien tan especial, y para mí es realmente admirable: no es nada fácil salirse de lo convencional, hay que tener confianza en uno mismo y ser valiente porque el riesgo a perder es muy elevado. Pero él lo consiguió y ha llegado (y continuará llegando) muy lejos. Conocer un poquito de cerca su mundo y su historia personal fue una experiencia muy inspiradora, y también un pequeño recordatorio de que hay que apostar por aquello que uno cree porque sin riesgo tampoco hay beneficio.
La exposición estará abierta hasta el 3 de febrero, por si alguien se anima a visitarla, y la dirección y horarios del Palau Robert son:
Paseo de Gracia, 107 (L3 y L5 Diagonal)
93 238 80 91
horarios: de lunes a sábado, de 10h a 20h; domingos y festivos, de 10h a 14.30h