Síiiiii... ya era hora!! Ya he llegado mi momento de empezar las vacaciones!!! Bieeeeeennnnnn!! Mañana a media mañana estaré sentada en un avión rumbo a la desconexión, al relax, al descanso...? (esto no lo tengo demasiado claro, se prevén unas vacaciones moviditas!), a la diversión, la distensión, el reir y el pasarlo bien. No está mal, no?

Así que hasta la segunda quincena de septiembre no tendréis noticias mías. Deseo que los que todavía estéis de vacaciones, las continuéis disfrutando; que los que todavía no habéis empezado, estéis a punto de hacerlo; y que los que ya hayáis vuelto, tengáis una buena entrada!!

El pasado día 15 de agosto fue muy intenso en celebraciones. Fue mi cumple y el de mi blog! El blog cumplía un añito y yo… unos cuantos más.

La celebración de este año ha sido muy especial. Tanto que me resulta difícil ponerle palabras porque no puedo describir las emociones de ese día. Y es que este año la celebración ha durado 48h!

Una parte importante de mi familia vive en Andalucía y en verano, cada año, pasan las vacaciones en Málaga (en Fuengirola, de hecho). Cuando yo era bastante más pequeña, acostumbrábamos a ir para allá unos días y celebrábamos el cumpleaños juntamente con mi prima, que cumple el día anterior. Con el tiempo la familia ha crecido y ahora también el día 14 cumplen años las “mellis”, otras primas, mellizas, que este año cumplían 6.

Este año, y después de muchos de no hacerlo, decidimos ir para allá a pasar el día 14 y celebrar todos los cumpleaños juntos. Eso sí, mi familia de allá no lo sabía.

Llegamos el mismo 14 a las siete y media de la mañana, y en el aeropuerto nos estaba esperando la única tía conocedora de nuestra escapada y cómplice de la sorpresa. Cuando llegamos a la casa, a las ocho y cuarto, todavía estaban todos durmiendo pero una vez despertamos a la primera tía, sus gritos de sorpresa y alegría despertaron a todo el resto. Os aseguro que no tengo palabras para describir el reencuentro! Gritos, nervios, risa, emoción, lágrimas… hubo de todo.

El día transcurrió tal y como transcurría 20 años atrás: escapada al súper para comprar la comida, piscina y sol, comida, siesta, más piscina y sí: soplar las velas, comer la tarta, dar los regalos, hacer fotos y este año, incluso piñata!!

No sabría decir qué es lo que más me emocionó de todo el día. Celebrar el cumpleaños rodeada de personas a las que quiero muchísimo y a las que me gustaría ver mucho más a menudo de lo que las veo fue un regalo increíble, y ver cómo pasan los años y darte cuenta que hay costumbres, las buenas costumbres, que no cambian es muy reconfortante.

Realmente fue un cumpleaños muy especial, y tenía muchas ganas de compartirlo.

Os dejo una foto de toda la troupe y otra del pastel!!

El fin de semana pasado fuimos de boda. A mí siempre me han encantado las bodas, sobre todo los vestidos de novia! (para quien no lo haya notado todavía, tengo un lado “princesa” muy latente! :)). De hecho, cuando era más pequeña, después de ver la película La boda de mi mejor amigo decidí que mi boda sería, por lo menos, tan espectacular como la suya. Por suerte, una va creciendo y se vuelve más realista (digo por suerte porque no quiero ni imaginarme el presupuesto!!) pero lo cierto es que las bodas continúan gustándome. Y si son como las del sábado pasado, todavía más.

Se casaba una amiga muy amiga de la familia de Ricard. Más que amiga, se podría decir que es una más de la familia, al menos así lo sentimos nosotros y así lo expresaron los propios novios en un texto precioso: “…y con vosotros descubrí que la familia no es de sangre sino de corazón…”. Así que sí, definitivamente se casaba uno más de la familia.

Desde el momento en que anunciaron su compromiso, dejaron muy claro que sería una celebración muy sencilla, y así fue, y quizás fue eso lo que la convirtió en algo tan especial porque toda la pomposidad de esas fiestas quedó a un lado para dejar paso simplemente al sentimiento. La misa (rociera!) se celebró en una ermita muy pequeña del pueblo de Capellades y a mí me tuvo con la carne de gallina des del principio hasta el final. Nunca había estado en una misa rociera y reconozco que me gustó mucho más que las convencionales. En alguna ocasión ya he comentado que tengo debilidad por el flamenco y todo lo que se le parezca, así que escuchar el Padre Nuestro cantado y acompañado por la guitarra y la caja fue muy emocionante.

La celebración posterior se hizo en un hotel del Bruc y también fue muy especial. Lo que querían los novios era simplemente celebrar su compromiso con las personas a las que aman, y esto se notaba. Tuvieron detalles personalizados y elaborados por ellos mismos para cada uno de los asistentes, y las horas iban pasando sin que nos diéramos ni cuenta…

He querido hacer un post de esta boda porque para mí fue un día entrañable (me imagino que para los novios también! ;)). Ver como dos personas tienen tantas ganas de celebrar su compromiso y su amor con las personas a las que quieren se merece un just beautiful. Me sentí muy afortunada de compartir con ellos ese momento y por eso, desde este espacio tan especial para mí, quiero también desearles lo mejor. Así que… QUE VIVAN LOS NOVIOS!!!

El domingo pasado fue chulo, muy chulo. “Recuperamos” a parte de nuestros amigos. Este último año ha coincidido que muchos de ellos se han ido fuera de España a trabajar, de modo que los vemos muchísimo menos que antes, pero este fin de semana coincidieron aquí los que tenemos viviendo en Pádova (gracias a una boda: ¿quién dijo que las bodas son un rollo? ¡Sirven para devolvernos a los amigos!) y a los que estaban en Londres, que han vuelto para quedarse (bien!). El caso es que teníamos muchas ganas de vernos y de ponernos al día, así que decidimos hacerlo en… La Caseta del Migdia.

La Caseta del Migdia es eso, una casita que hay en el mirador del Migdia, en Montjuïc, con unas vistas bastante privilegiadas sobre el mar, rodeada de árboles y de bosque. Allí han puesto mesitas de madera y hamacas que, junto con la música de fondo y el fresquito de la sombra de los árboles, la convierten en una muy buena manera de pasar la tarde con los amigos, de cháchara, viendo la puesta de sol.

En verano, además, hay música en directo; el domingo tuvimos la suerte de coincidir con un tablao flamenco y aquí una servidora, que siente debilidad por el flamenco, se lo pasó como una niña chica disfrutando del espectáculo.

Nosotros aprovechamos para cenar unas crêpes (buenísimas!) de jamón York y queso, y de dulce de leche de postre, pero también preparan ensaladas, butifarra, pollo y pan tostado.

Os dejo aquí el horario de verano y os apunto la web por si le queréis echar un vistazo y acercaros a conocerla. ¡Es muy recomendable!

-         Jueves, de 20h a 01h

-         Viernes, de 20h a 02

-         Sábado, de 12h a 02h

-         Domingo, de 12h a 02h

Y la web: http://www.lacaseta.org/