el sábado volví a correr. después de 3 meses y medio sin hacer absolutamente nada de ejercicio, me puse de nuevo las bambas. sentía una mezcla de emoción y temor. temor al no saber cómo reaccionaría mi cuerpo ni el rato que aguantaría, pero las ganas pudieron a los miedos. después de todo este tiempo, era la primera vez que realmente me apetecía hacer deporte, por fin, señal inequívoco de que me voy recuperando.
estábamos frente al mar. qué mejor escenario? quedamos que cada uno iría a su ritmo; a él le apetecía entrenar y a mí correr sin presión, sin prisa. sonaron las primeras notas de la música y empecé. suave, dudosa, pero cuando noté el frío del viento contra mis mejillas me relajé. ya está. fue como si una parte de mí se recuperara, como si de repente me notara más entera, más enérgica, más yo. disfruté tanto del recorrido…! la playa y el paseo estaban a rebosar, el sol que lucía bien alto había hecho un llamamiento a la gente, deseosa de buen tiempo, así que, a pesar del viento, que era frío y recordaba que estábamos a mitad de febrero, parejas, familias, amigos y turistas se amontonaban en las terrazas de cualquier bar. no llegué a los 6km, no quería ponerme al límite, pero cada uno de los metros que corrí los hice con una sonrisa que me llenaba toda la cara.
cuando acabé, con el corazón todavía revolucionado por el esfuerzo, me tumbé en la arena y lo esperé. ya había pasado la hora de comer pero no importaba. sabes aquellos momentos en que vives realmente el presente? en los que no importa lo que tienes que hacer después, ni lo que deberías haber hecho ya, momentos en los que simplemente estás y disfrutas. a mí me cuesta encontrarlos pero ese rato fue, sin duda, uno de ellos. cuando llegó, nos descalzamos y pusimos los pies en el agua. estaba helada pero el escalofrío que me recorrió de pies a cabeza acabó de hacerme sentir viva. estuvimos un buen rato jugando con las olas, adentrándonos en el mar para empezar a retroceder cuando el agua se acercaba.
de vuelta para el coche me vino a la cabeza el estribillo de esa canción de mumford & sons, i will wait, y pensé que sí, que yo también esperaría; esperaría a volver a encontrarme bien, a sentirme yo de nuevo, con más energía y fuerza y más serenidad. pero, por primera vez, no lo pensé con desespero ni impaciencia sino con el que tiene la certeza absoluta de que esto vendrá.
que tengas una feliz semana :)
M'alegro que gaudissis d'aquets bons moments! M'alegro per tu, perquè recuperis la teva normalitat i tornis a ser una runner!
Petons
Moltes gràcies Txell, espero recuperar-la ben aviat. Merci pel comentari, 1petó ben fort
Yo también quiero correr allí y huir de las nubes :)
hazlo "Mami, te ayudo?", sienta de maravilla!! :))
Poc a poc tornaràs a estar al 100% ja ho veuràs. Correr en aquests entorns ajuda oi?
Petons,
Gràcies Maite. Sí, sí que ajuda, moltíssim. Moltes gràcies. Petons per tu també